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Subestimando la duración de la vida

¿Somos conscientes de nuestra longevidad?

Medir la longevidad humana es uno de los temas más importantes en demografía e incluye no sólo el tiempo que viven las personas, sino también cuánto tiempo esperan vivir. Subestimar la duración de la propia vida podría causar riesgos en la planificación individual de la jubilación. Una visión realista de la esperanza de vida puede contribuir a su vez a la aceptación de políticas que intentan aumentar la edad de jubilación.
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Underestimating Lifespans
Copyright: victor zastol'skiy - Fotolia.com

Medir la longevidad humana es uno de los temas más importantes en demografía e incluye no sólo el tiempo que viven las personas, sino también cuánto tiempo esperan vivir. Subestimar la duración de la propia vida podría causar riesgos en la planificación individual de la jubilación. Una visión realista de la esperanza de vida puede contribuir a su vez a la aceptación de políticas que intentan aumentar la edad de jubilación. Sin embargo, la revisión crítica de las evidencias disponibles realizada por Alison O’Connell demuestra que existen sólo unos pocos estudios representativos acerca del tiempo que las personas esperan vivir.

 

La duración de vida subjetiva

¿Cómo percibe la población la longevidad? ¿Cuánto tiempo esperan vivir? De acuerdo a las denominadas “hipótesis de ahorros del ciclo de vida”, las personas no ahorran suficiente dinero para la jubilación porque subestiman la duración de sus propias vidas. También existen estudios más detallados acerca de lo que las personas ahorran siguiendo “objetivos de retiro” específicos. Todas estas investigaciones encuentran evidencias que apuntan a un “ahorro insuficiente”, aunque cabe señalar que se basan en cálculos muy complejos que incluyen una serie de suposiciones controvertidas. Si bien es cierto que los resultados citados tienen en cuenta la posibilidad de un “ahorro insuficiente”, no consideran que se pueda subestimar la duración esperada de la vida.

La autora también resalta la importancia del uso adecuado de la terminología. La “esperanza de vida” es el término más utilizado en demografía. No obstante, este indicador se construye a partir del promedio de la tasa de mortalidad de la población, por lo que no tiene en cuenta la esperanza subjetiva de la longevidad. Para evitar confusiones, O’Connell proponer emplear el término “duración de vida subjetiva” para hacer referencia a las expectativas de las personas con respecto a su propia longevidad. Después de analizar los únicos seis estudios representativos a nivel nacional que abordan las expectativas sobre la duración de la vida, la autora encuentra que las personas tienden a subestimar la duración total de sus propias vidas.

 

El género, el nivel educativo y la propia valoración del estado de salud son importantes

Los estudios analizados revelan que los hombres son conscientes de que, en general, tienen una duración de vida más corta que las mujeres y, a pesar de ello, son más optimistas: los hombres subestiman por cuatro años su duración de vida y las mujeres por seis.  Se sabe que, generalmente, los hombres viven menos que las mujeres, pero ¿de qué manera varía la duración de vida subjetiva en relación con los factores de riesgo de mortalidad? ¿Tienen las personas unas expectativas más bajas de su propia longevidad si son conscientes de su mayor riesgo de mortalidad?

 

Figura 1: Factores de riesgo auto-declarados
Más datos disponibles en el artículo original

 

En este sentido, el “estado de salud auto-valorado” parece ser un factor importante ya que se encuentra directamente relacionado con las expectativas de vida, lo que significa que las personas que se sienten sanas son más proclives a vivir más. El sobrepeso, otro de los aspectos que se analizan, no parece tener una gran repercusión. Las personas con sobrepeso no piensan que su vida vaya a ser más corta, a pesar de que la obesidad constituye un factor importante en la duración de la vida. Fumar, por su parte, parece ejercer una mayor influencia en la duración de vida subjetiva. A pesar de que se prevé que la vida de los consumidores de tabaco sea más corta que la de los no fumadores, éstos siguen tendiendo a subestimar el riesgo real de fumar. El nivel educativo y socioeconómico, conocido factor que tienen en cuenta los demógrafos, parece desempeñar también un papel significativo: las personas con una buena educación tienden a vivir más tiempo, como ocurre en el caso de aquellos con un elevado nivel socioeconómico. Sin embargo, éste sigue siendo un factor menos conocido y, en consecuencia, las personas no tienden a tenerlo en cuenta. Sintetizando, O’Connell señala que los factores de riesgo más conocidos son el género, el estado de salud auto-valorado y el consumo de tabaco (Tabla 1).

 

Tendemos a subestimar

Todas las encuestas presuponen que las personas tienen una idea general sobre la posible duración de sus vidas, pero existe una tendencia común a subestimar cuánto tiempo realmente se va a vivir. Los responsables políticos pueden, por lo tanto, presuponer que las personas no son realistas en cuanto a la percepción de su propia longevidad. Asimismo, deberían interesarse por saber si la población entiende lo que representa para ellos una mayor longevidad. Solamente cuando las personas lleguen a ser plenamente conscientes de cuánto tiempo van a vivir podrán actuar de forma responsable, por ejemplo, ahorrando suficiente dinero para la vejez. En este sentido, O’Connell señala la importancia de realizar un mayor esfuerzo para informar a la población de que pueden esperar vivir durante más tiempo, y futuras investigaciones podrían generar un conocimiento más preciso sobre el tema utilizando muestras más amplias y representativas. En este sentido, el aumento de la edad legal de jubilación podría proveer una potente señal sobre las expectativas de la edad de jubilación y su duración. Últimamente, el debate público se ha centrado en el aumento a la edad de jubilación. Si las personas fueran más conscientes de que, probablemente, vivirán más tiempo de lo que esperan, tendrían una visión más positiva de dicho debate.

 

 

Please note that only the English version is citable as this is the version that has been approved by the author(s). Please cite the PopDigest as: Robles Salgado, Isabel (2012): Underestimating Lifespans: Are we aware of our longevity? PopDigest 24. Berlin: Population Europe. Available at: http://population-europe.eu/pop-digest/underestimating-lifespans. (Date of Access)

This Population Digest has been published with financial support from the Progress Programme of the European Union in the framework of the project “Supporting a Partnership for Enhancing Europe’s Capacity to Tackle Demographic and Societal Change”.

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