El consumo del tabaco es sin duda uno de los factores determinantes en los niveles y tendencias de mortalidad en los países europeos. Sin embargo, su impacto, diferente entre hombres y mujeres de diferentes generaciones y países, resulta difícil de medir a través de los métodos de proyección de mortalidad convencionales. Los investigadores neerlandeses Fanny Janssen, Leo van Wissen y Anton Kunst presentan una nueva metodología que considera la naturaleza no lineal y compleja de la epidemia del consumo de tabaco.
En la mayoría de los países europeos el consumo de tabaco se ha diferenciado entre hombres, mujeres y generaciones. Normalmente, la llamada “epidemia del tabaco” muestra un patrón de aumento y después de disminución de la prevalencia del hábito de fumar, seguido, tres o cuatro décadas después, de un aumento y una disminución similares de la mortalidad relacionada con el consumo de tabaco. Sin embargo, existen importantes diferencias de género: el aumento, tanto de la prevalencia del hábito de fumar como de la mortalidad relacionada con el consumo de tabaco, comenzó mucho más tarde entre las mujeres que entre los hombres y fue a su vez más modesto.
El caso neerlandés
En los Países Bajos la proporción de la mortalidad debida al consumo de tabaco entre los hombres ha disminuido desde el año 1983, mientras que la transición del aumento actual a la futura disminución todavía no se ha producido entre las mujeres (ver figura 1).
Figura 1: Fracciones de mortalidad atribuibles al consumo de tabaco (= porcentaje de la mortalidad debida al consumo de tabaco) por edad y sexo. Países Bajos, 1950-2006.
Además, los cambios en la prevalencia del consumo de tabaco y la mortalidad atribuible a dicho hábito pueden explicar las diferencias de género en las tendencias de la mortalidad general. Entre los hombres, la disminución de las defunciones relacionadas con el consumo de tabaco desde 1983 ha generado una reducción más rápida de la mortalidad general. Sin embargo, entre las mujeres, el aumento de la mortalidad relacionada con el consumo de tabaco desde los años setenta ha producido una disminución más lenta de la mortalidad. La capacidad de captar la influencia, altamente diferenciada y compleja, del consumo de tabaco en las futuras tendencias de mortalidad es sumamente importante.
Separar la mortalidad atribuible de la no atribuible al consumo de tabaco
Para conseguir este objetivo, Janssen y sus colegas desarrollan una nueva metodología de proyección de la mortalidad que incluye dos elementos innovadores. En primer lugar, utiliza aportes epidemiológicos para considerar las desviaciones de las pasadas tendencias lineales. En segundo lugar, incorpora las tendencias de mortalidad del sexo opuesto y de otros países para crear una base empírica más amplia para la identificación de la que será la evolución futura más probable. De esta forma, la metodología propuesta por los autores podría proporcionar proyecciones a largo plazo más sólidas.
La aplicación de esta nueva metodología en los Países Bajos da lugar a estimaciones revisadas de las futuras tendencias de la esperanza de vida que difieren de forma significativa de la mayoría de las proyecciones calculadas con los métodos convencionales (ver Tabla 1).
Tabla 1: Esperanza de vida al nacer en el 2040 según Janssen et al. 2013 y diversas proyecciones para los Países Bajos, por sexo.
Al incluir la epidemia del consumo de tabaco en proyecciones basadas en 22 poblaciones de hombres y mujeres neerlandeses, los resultados sugieren que la esperanza de vida al nacer en 2040 aumentará hasta los 85,0 años para los hombres y hasta los 87,2 años para las mujeres. La proyección que considera por separado la mortalidad relacionada y la no relacionada con el consumo de tabaco produce, por una parte, un aumento continuo de la esperanza de vida para los hombres y, por otra parte, una tendencia no lineal para las mujeres, con menores mejoras a corto plazo. Esto a su vez conduce a una convergencia temporal de las tendencias de género, un resultado que contrasta con la divergencia que muestra la mayoría de proyecciones.
Cada vez vivimos más tiempo, pero en 20 o 30 años ¿cuál será realmente el nivel de la esperanza de vida? Contar con proyecciones sólidas de la esperanza de vida es sumamente importante para la planificación de las políticas públicas, fiscales y del sistema de asistencia sanitaria. Como muestra claramente el ejemplo de los Países Bajos, debería prestarse especial atención a la influencia de la mortalidad relacionada con el consumo de tabaco, ya que se caracteriza por la no linealidad y muestra claras diferencias de género y entre países.
Nota: La nueva metodología presentada en este resumen se utilizó para mejorar la metodología de proyección de la mortalidad como parte de la proyección oficial neerlandesa de la Oficina de Estadística de los Países Bajos. Ver: Stoeldraijer, L., C. van Duin, F. Janssen (2013), Bevolkingsprognose 2012-2060: Model en veronderstellingen betreffende de sterfte. [Population forecast 2012-2060: Model and assumptions on mortality] Bevolkingstrends June 2013, pp. 1-27.
Please note that only the English version is citable as this is the version that has been approved by the author(s). Please cite the PopDigest as: Cassens, Insa (2013): Life Expectancy Is Increasing - But By How Much Exactly? A new mortality projection methodology takes the smoking epidemic into account. PopDigest 41. Berlin: Population Europe. Available at: http://population-europe.eu/pop-digest/life-expectancy-increasing-how-m…. (Date of Access)
This Population Digest has been published with financial support from the Progress Programme of the European Union in the framework of the project “Supporting a Partnership for Enhancing Europe’s Capacity to Tackle Demographic and Societal Change”.